Las Ventas, 30/09/18. 3ª de la feria de Otoño.
Saber esperar, luchar, huir de la desesperanza, confiar en uno mismo,
vencer las flaquezas, creer en que algún día llegará, tenerlo bien
merecido, alcanzar tu máximo deseo...
Por todo ello ha tenido que pasar Emilio de Justo para cruzar ayer la Puerta Grande de Las Ventas, deseo y aspiración existencial de todo torero. No lo ha tenido fácil, ni mucho menos, pero se dice, y lo comparto, que -El que resiste gana- y en su caso se ha cumplido de la mejor manera posible. Para ello ha tenido que tener una fe inquebrantable en su profesión y un tesón que le ha permitido llegar al éxito viniendo de una larga y dura travesía. Francia lo acogió y nos permitió ver a un torero del que por España se perdían las noticias.
Acostumbrado a pechar con las duras, ayer le tocó desquitarse de tanto sinsabor con una corrida que, sin ser nada del otro mundo, de hecho al manso cuarto tuvo que perseguirle por media plaza, le permitió expresar su concepto del temple, valor y mando que lleva dentro. Si a ello le unes una forma prodigiosa de estoquear a los toros, ayer ejecutó dos de premio, no es de extrañar que se le abran las puertas grandes y muchas más se tendrián que abrir si gozase de las oportunidades que merece.
Desde luego en Madrid con esas estocadas sale a oreja por toro con casi toda seguridad, pocas opciones previas ha de tener.
La temporada española está tocando a su fin, le deseamos lo mejor para lo que le quede y para la temporada americana. No se lo pierdan.
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Obligado a saludar al deshacerse el paseíllo |
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Monumentales también sus pases de pecho |
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La estocada de la feria y de la temporada |
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A base de pelear consiguió meter al manso en la muleta |
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Por fin |
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El recuerdo a su padre, recientemente fallecido |
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Objetivo cumplido |
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Y los aficionados tan contentos |